Michele de Napoli (Italia, 1808-1892): Muerte de Alcibíades
Regreso a Atenas, destitución y muerte
Regreso a Atenas
Fue en el período subsiguiente a estos éxitos que Alcibíades resolvió al final regresar a Atenas en la primavera de 407 a. C. Como consecuencia de sus victorias recientes, Alcibíades fue extremadamente cuidadoso en su regreso, consciente de los cambios en el gobierno, los cargos que aún lo preocupaban todavía, y el gran perjuicio que había causado a Atenas. Por lo tanto, Alcibíades, en lugar de ir directo a casa, fue a Samos primero para recoger 20 naves y continuó con ellas hasta el golfo Cerámico donde recaudó 100 talentos. Navegó finalmente hasta Gitión para hacer averiguaciones, en parte sobre los preparativos de los espartanos allí, y en parte sobre los sentimientos en Atenas sobre su regreso. Sus averiguaciones le aseguraron que la ciudad estaba dispuesta a reconciliarse con él y que sus amigos íntimos le urgían a que regresara.
Por lo tanto, finalmente navegó hasta el Pireo donde la multitud se había reunido deseando ver al famoso Alcibíades. Entró en el puerto lleno de miedo, hasta que vio a su primo y otros de sus amigos y conocidos, que le invitaron a que atracara. Al llegar a tierra fue recibido con una bienvenida triunfal. Sin embargo, algunos vieron un mal presagio en el hecho de que había regresado a Atenas cuando en plena celebración de la ceremonia de los Plinterias (la fiesta donde la antigua estatua de Atenea se limpiaba). Éste era considerado como el día más desafortunado del año para emprender algo de importancia, y sus enemigos tomaron nota de esto y lo tuvieron presente para una futura ocasión.
Todos los procesos penales contra él fueron cancelados y los cargos de blasfemia fueron oficialmente retirados. Alcibíades fue capaz de hacer valer su piedad y aumentar la moral ateniense dirigiendo la procesión solemne a Eleusis (para la celebración de los misterios de Eleusis) por tierra por primera vez desde que los espartanos habían ocupado Decelia. Durante los años anteriores la procesión había sido reemplazada por un viaje por mar, pero ese año Alcibíades utilizó un destacamento de soldados para escoltar la procesión tradicional. Sus bienes le fueron devueltos y la ecclesia le eligió general (estratego) con poderes exclusivos en tierra y mar.
Derrota de Notio
En 406 a. C. Alcibíades salió de Atenas con 1.500 hoplitas y 100 barcos. Fracasó al tomar Andros y luego fue a Samos. Después se trasladó a Notio, para vigilar más de cerca a la flota enemiga estacionada en Éfeso. Mientras tanto Tisafernes había sido reemplazado por Ciro (un pariente de Darío II de Persia) quién decidió ayudar a los peloponesios económicamente. Estos nuevos ingresos empezaron a atraer a desertores de los atenienses hacia la marina espartana. Además, los espartanos habían reemplazado a Míndaro por Lisandro, un almirante muy capaz. Estos factores permitieron el rápido crecimiento de la flota peloponesia a expensas de la ateniense. En busca de fondos y necesitando forzar otra batalla decisiva, Alcibíades dejó Notio y navegó para ayudar a Trasíbulo en el asedio de Focea. Alcibíades era consciente de que la flota espartana estaba cerca, así que dejó casi ochenta barcos para vigilarlos bajo el mando de su timonel personal, Antíoco, a quien había dado órdenes expresas de no atacar. Antíoco desobedeció estas órdenes y se esforzó por involucrar a Lisandro en una batalla imitando las tácticas usadas en Cícico. La situación en Notio, sin embargo, era radicalmente diferente a la de Cícico; los atenienses no poseían el elemento sorpresa, y Lisandro había estado bien informado de las características de la flota enemiga a través de los desertores. Tras un súbito ataque espartano, el barco de Antíoco fue hundido y Antíoco mismo murió; el resto de barcos de señuelo fueron perseguidos precipitadamente mientras regresaban a Notio, donde la fuerza ateniense principal fue cogida desprevenida por la llegada repentina de toda la flota espartana. En la lucha que tuvo lugar a continuación, Lisandro obtuvo una victoria total. Alcibíades regresó e intentó desesperadamente contrarrestar la derrota de Notio anotándose otra victoria, pero Lisandro no podía ser compelido a atacar la flota otra vez.
Al final, la responsabilidad de la derrota recayó sobre Alcibíades y sus enemigos aprovecharon la oportunidad para atacarle y desposeerle del mando, aunque algunos eruditos modernos creen que Alcibíades fue injustamente culpado por el error de Antíoco. Diodoro comenta esto. Además de su error en Notio, Alcibíades fue licenciado por las falsas acusaciones interpuestas contra él por sus enemigos. Según Anthony Andrewes, catedrático de historia antigua, las exageradas esperanzas producidas por sus éxitos del verano previo había creado un elemento decisivo para su caída. Por consiguiente, Alcibíades se condenó al exilio. Nunca más regresó a Atenas, navegó al norte, a los castillos del Quersoneso tracio, que había asegurado durante su estancia en el Helesponto. Las implicaciones de la derrota eran graves para Atenas. Aunque la derrota había sido menor, ocasionó el retiro no sólo de Alcibíades sino también de sus aliados como Trasíbulo, Terámenes y Critias. Éstos eran probablemente los comandantes más capaces que Atenas tenía en esa época y su retiro ayudaría a la rendición ateniense solamente dos años después de su completa derrota en Egospótamos.
Muerte
En los acontecimientos previos a la batalla de Egospótamos, aunque Alcibíades ya no estaba al mando, en el último hecho atestiguado de su carrera, intentó, inútilmente, advertir a los estrategos atenienses del desastre que se avecinaba: la flota estaba estacionada en una playa, en un sitio estratégicamente desventajoso y lejos de cualquier ciudad donde encontrar provisiones. Les aconsejó, ya que se aprovisionaban en Sestos, que trasladaran allí la flota, donde además disponían de un puerto. Diodoro, sin embargo, no menciona este consejo, arguyendo que Alcibíades ofreció ayuda a los generales a cambio de una parte del mando. En cualquier caso, los generales atenienses "pensando que en caso de derrota podrían ser considerados culpables y que en caso de victoria podría serle atribuida a Alcibíades", le mandaron marcharse. Días después la flota sería aniquilada por Lisandro.
Después de la batalla de Egospótamos, Alcibíades cruzó el Helesponto y se refugió en Frigia, con el objeto de conseguir la ayuda de Artajerjes contra Esparta. Pero los espartanos indujeron a Farnabazo a que lo dejara apartado. Según Plutarco, Lisandro envió a un representante a Farnabazo para que enviara a su hermano a Frigia donde Alcibíades estaba viviendo con su amante, Timandra. En 404 a. C., cuando estaba a punto de salir hacia la corte persa, su residencia fue rodeada e incendiada. Viendo que no tenía ninguna oportunidad de escapar se lanzó precipitadamente sobre sus asesinos, daga en mano, y murió acribillado por una lluvia de flechas.
Según Cornelio Nepote, Timandra "cubrió el cuerpo de Alcibíades con su propio vestido y lo incineró muerto, con las mismas llamas del incendio de la casa ".
Según otras fuentes ni Lisandro ni Farnabazo fueron culpables de la muerte de Alcibíades sino él mismo, pues sedujo a una joven, cuyos airados hermanos incendiaron la casa de Alcibíades, y le mataron con sus arcos cuando intentaba escapar del fuego. (es.wikipedia.org)